AREQUIPA LÁMPARA INCANDESCENTE

Algunos lectores creemos que los mejores libros son aquellos que hablan de nosotros: aquellas obras que, de alguna manera, podríamos haber escrito (aunque nunca nos atrevimos). Arequipa, lámpara incandescente habla de nuestros fantasmas, aquellos que nos enfrentan a nuestros traumas y desvaríos. Es también un ejercicio de la impudicia más sutil. Oxímoron, claro. Contradicción. Ficción al serviciou de la vida y vida trastocada por la ficción. De pronto, Sergio somos todos, pues estas pedagógicas narraciones íntimas, en clave epistolar, están dirigidas a todos los lectores de Oswaldo Reynoso y solo exigen, aparte de complicidad sin límites, un corazón a la altura de su inocencia. Y creemos que aquella promesa de juventud - ''Yo no seré como Martín Adán. Resistiré. Nadie me abatirá." - se cumplió a medias: el Perú seguirá siendo una herida y el creador persistirá, hasta el último de sus días, en la imperiosa búsqueda de la palabra y la estructura que expresen esta herida infinita con ética y belleza. Una advertencia: al terminar de leer este libro los lectores ansiarán ser como Oswaldo Reynoso. hombrehombrehombre, suciosuciosucio, para ser capaces de amar amar amaaaaaaaar....