Sinopse
Nunca antes hasta ahora se había publicado una obra tan completa sobre el estudio de la sangre. La investigación de este tema ha marcado el desarrollo de la medicina, que en este campo sólo pudo avanzar a fuerza de errores, como aquellas primeras transfusiones de sangre animal que se creían útiles para curar la locura. No fue hasta el siglo XX cuando los investigadores médicos empezaron a dominar este recurso, aprendiendo las técnicas de su obtención a gran escala, su conservación y la separación del plasma. Tales avances llegaron justo a tiempo para el mayor derramamiento de sangre que el mundo haya conocido jamás: La Segunda Guerra Mundial.