LA BALADA DE JOHNNY SOSA

Unos pasos: en Mosquitos se acabó la paz. La radio de Nacho, de vocación titiritero, ya no ensordece al vecindario porque ha sudi declarada subversiva. Al locutor Melías Churi tampoco se le oye ya, y pronto dejarán de oirse las risas cada vez más quedas de las prostitutas brasileñas que animan el Chantecler. En Mosquitos reina un silencio que sólo rompen las botas militares.Unas cadencias: Baladas, blues o rock, ésos son los ritmos que surgen, en un inglés que es pura jerigonza, de la boca desdentada de Johnny. Nuestro héroe calza botas vaqueras, peina tupé, tiene una guitarra eléctrica, un bongo verde y una lata vieja que reza "El caché a voluntad". Eso es todo lo que necesita para ser feliz; eso, y que el ejército no lo obligue a cantar boleros.Unas palabras: pocas, pero bien entonadas; así las ha escogido Mario Delgado Aparaín para contarnos la historia de Johnny Sosa, un hombre bueno de sonrisa hueca y mirada atenta que un día tuvo que poner precio a su dignidad. Tras haber leído mucho y bien, asimilando las mejores enseñanzas de maestros de la talla de Onetti, García Márquez y Guimaraes Rosa, este joven autor uruguayo se presenta ahora en España y en el mundo con todo el poder de un estilo propio, marcado por esa ironía y ese humor corrosivo que distinguen a los grandes narradores.