La experiencia religiosa guaraní ha sido vivida por más de un milenio en estas tierras por generaciones y generaciones de hombres y mujeres. Sigue siendo la experiencia que da sentido y vida a muchas personas. Para los Guaraní actuales es fuente y razón de su existencia, fundamente de su futuro. En esta experiencia encontramos nosostros el rostro guaraní de Dios.